Desayuno con vistas al mar

El desayuno fue un auténtico festín, servido con amabilidad, y la piscina infinita es una joya. el mar y el cielo se fusionan. Una sensación mágica de tranquilidad en cada amanecer.

La única desventaja fue que el acceso al garaje puede ser complicado, y necesité utilizar el coche para alcanzar otros lugares. Las habitaciones no son muy amplias, pero eso no restó encanto a mi estancia.

maravillosas vistas al mar

Las vistas desde la habitación eran impresionantes, con un amanecer que me dejó sin aliento. La limpieza fue impecable, y la tranquilidad del lugar era perfecta para una desconexión total. Fanny y Juan Diego fueron siempre amables y dispuestos a ayudar con cualquier solicitud.

El acceso al garaje puede resultar algo complicado.

El lugar podría ser bonito, pero el acceso es realmente complicado, ¡vaya sorpresa! Además, el baño está tan reducido que cualquier movimiento es una lucha. Y, honestamente, esperaba algún tipo de detalle o un gesto amable, pero nada. casi escribo una reseña positiva, pero simplemente no pude.

Una experiencia maravillosa! Así que relajante y tranquilo, ¡tal placer disfrutar de la paz de este lugar!

La Villa El Buzo solo cuatro habitaciones en regimen alojamiento y desayuno es como un yate flotante donde el mar y el cielo se fusionan a la perfección. Despertar con el sonido de las olas y un desayuno que incluye tortillas tan frescas que parecían haber sido hechas por una abuela con chef estrella es una gozada tan exquisita como un atardecer en la costa.

Acceso al garaje

Desayuno espectacular con vistas al mar.

Increíbles vistas y paz total

Estuvimos una noche y la pasamos genial. Las vistas al mar son impresionantes y el ambiente es súper relajante. Juan Diego siempre dispuesto a ayudar y el desayuno con productos frescos fue todo un lujo. Solo el acceso al garaje fue un poco complicado. Recomendadísimo para desconectar.

La estancia fue especial. La brisa del mar y el sonido de las olas me hicieron sentir en un velero. A menos de 45 minutos de un pueblo conocido, todo estaba orientado al descanso y la tranquilidad. Disfruté del desayuno preparado con amabilidad y vi el mar desde mi terraza. Con un aire fresco y un ambiente relajante, no quería irme.

Las habitaciones no son muy amplias. No puedo quejarme de nada más.

La habitación Deluxe con vista al mar era muy cómoda. La cama era súper suave y la decoración moderna. Las vistas desde la ventana eran impresionantes, podías ver el amanecer y el atardecer. Todo estaba limpio y bien cuidado. Definitivamente un lugar para relajarse y desconectar. Eso sí, las habitaciones no son muy amplias, pero el encanto del lugar lo compensa.

Un lugar soñado para desconectar

La villa es espectacular, con unas vistas al océano que son de ensueño. La atención de Fanny y Juan Diego fue excepcional, siempre disponibles y amables. Despertar con el sonido de las olas y disfrutar de un desayuno casero junto a la piscina infinita fue realmente un lujo. Sin embargo, el acceso al garaje puede resultar un poco complicado y podría mejorarse.

la única cosa que no me gustó fue que el balcón no era de material translúcido. pero la villa es increíblemente hermosa, las vistas son de 10 y la atención de juan diego y eli es excepcional. el desayuno con vistas al mar fue una delicia! !

Villa El Buzo solo cuatro habitaciones en regimen alojamiento y desayuno es un lugar espectacular. Las vistas al mar son impresionantes y te hacen sentir de verdad en un velero. La habitación era muy amplia, con una terraza privada que disfrutamos al máximo. Fanny y Juan Diego son encantadores, y los desayunos que sirven son un auténtico deleite. Simplemente una experiencia inolvidable.

Lo recomiendo.

La villa es espectacular, con vistas al mar que quitan el hipo y un ambiente de paz absoluto. Te sientes como en un velero navegando sobre las olas, ¡genial!

Solo un poco de drama al descubrir que no hay café por la tarde, ¡las expediciones para un cortado son algo fuera de lo común!

La Villa El Buzo solo cuatro habitaciones en regimen alojamiento y desayuno es un lugar espectacular. Las vistas al océano son impresionantes y te hacen sentir como en un barco navegando. La atención del personal fue excepcional, con un agradecimiento especial a María del Carmen, quien hizo que el desayuno fuera una experiencia encantadora gracias a su amabilidad y servicio. Despertar con el sonido de las olas fue un verdadero lujo.

El acceso al garaje puede resultar complicado.